miércoles, 11 de julio de 2012

Desarrollo de la interioridad del niño

La riqueza de la vida interior en el ser humano se consigue con un proceso que ha de comenzar desde los primeros años de vida. Hablar de la interioridad en un niño pequeño parece contrasentido, sin embargo, hay que sentar las bases creando unas condiciones, ya que en el seno del hogar, que han de llevar al niño a expresarse, a poseerse, a recogerse.
El contacto hogareño que rodee al niño ha de ser, en general, de serenidad. El ambiente exterior, sencillo, sin estridencias, sin gritos, pero con calor humano, favorecerá al espíritu de recogimiento, necesario para entrar en sí mismo, para encontrarse con su yo interior.
El niño pequeño que descansa en su cuna o cama, que duerme, tiene que estar rodeado de cierta atmósfera de silencio y tranquilidad. Puede contribuir a lograre este ambiente sereno el poner en el dormitorio una música suave, el dejar la habitación en penumbras, y si esta despierto hacerle una caricia, de modo que se sienta querido.
La inestabilidad, el movimiento continuo, la ansiedad, se transmiten en el niño y lo hacen, hipersensible. Un niño que crece en medio de gritos, de discusiones, de nerviosidad, sera muy difícil que logre la paz necesaria para encontrarse a si mismo.




¿Como puede contribuir la educación a formar la interioridad en el niño?
Es importante hacerle volver al niño sobre lo que siente profundamente y llevarlo a expresar sus aspiraciones, su pensamiento, sus sentimientos, sus emociones, su conciencia del bien y del mal, de lo bello y de lo feo, de lo verdadero y de lo falso, su sentido de perdón, de la justicia, del silencio, de la solidaridad. Esto ayudara al niño a cobrar conciencia del valor de su persona, captar que su yo es único, progresivamente libre y responsable.
También hay que dar al niño posibilidad en el hogar y en la escuela de que decida y se haga responsable de su elección; si se respeta su libertad indicándose pistas, el ira haciéndose capaz de usar su libertad, y de autoevaluarse y sentirse seguro, y gracias al desarrollo de esa libertad sera capaz de amar a Dios y a sus hermanos.
El niño tiene que tener la oportunidad de recogerse, de dirigir la mirada hacia su interior; los momentos de paz, de soledad, de recogimiento diario ayudan a formar la interioridad del niño. En los jardines infantiles tiene que haber un lugar en el que el niño pueda recogerse, pueda haber silencio, pueda estar en paz, y los momentos de descanso tiene que ser momentos de relajación; de paz.
El niño debe aprender también a dar gratuitamente, a compartir, a privarse, a renunciar por amor, debe aprender lo que es el servicio gratuito.
Este aprendizaje le servirá para comprender después el amor gratuito a Dios.
En todo momento hay que animar al niño a expresarse, a manifestar sus sentimientos, sus emociones. Hay que acoger todas sus manifestaciones y muestras de cariño, de tristeza, de alegría, de amor, de recato. Los cuentos populares son magníficos para desarrollar la imaginación del niño ya que, por lo general, expresan los mas profundos sentimientos de delicadeza, de contemplación de la naturaleza, de servicio, de humildad, de servicio, de humildad, de cooperación, de solidaridad. Estos cuentos son medios para construir hombres de paz, de relaciones apacibles, de mente abierta, de comprensión, de tolerancia.
Al niño hay que presentarle, con toda naturalidad, el misterio de la vida(humano, animal o vegetal), de modo que e sea fácil de aceptar después los misterios de la fe.
Si los padres y los maestros son concientes de que el niño necesita una zona de silencio, a donde no lleguen ni el  ruido exterior ni la confusión ambiental; donde se encuentre a solas consigo mismo y pueda contemplar, admirar y experimentar realidades tales como la belleza y el amor, estarán contribuyendo al crecimiento armónico del niño, estarán posibilitando la formación de seres humanos capaces de vivir en profundidad, fuertes, íntegros.
La influencia del ambiente familiar y social en el que se mueve el niño es particularmente fuerte. La escuela no es el unico lugar-escribe Pierre Gauthy- en el que puede vivirse la proyección hacia la interioridad, pero puede contrarrestar con su paz y su serenidad las influencias nefastas de otros ambientes de vida.
                                                                                    Sady Saguier NEGRETE (De Educar)





1 comentario:

  1. Os recomiendo el libro de CCS "Educar en el silencio y en la interioridad" es una experiencia educativa muy interesante!.

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